Nacido y criado en Luján (Argentina), Adrián Rocha se interesó muy pronto por la programación ya desde pequeño. A finales de los 80, sus padres llevaron a casa un Commodore 64c, un ordenador personal muy popular en Argentina, ya que había una fábrica local.
Empezó a pasar mucho tiempo con el ordenador porque entonces no había televisión por cable ni Internet en su zona. Al principio, era solo para jugar. Entonces encontró un manual de programación del lenguaje BASIC (Beginners’ All-purpose Symbolic Instruction Code) con algunos ejemplos, y comenzaron sus primeras experiencias con la programación.
«En aquella época no sabía leer ni escribir, pero copiaba el código fuente del libro y lo ejecutaba sin más», cuenta Rocha. «Luego intentaba cambiar algunas líneas y ver qué pasaba».
Desde entonces, siempre le ha atraído la tecnología y, en particular, el desarrollo de software. Rocha cursó una licenciatura en Sistemas de Información mientras trabajaba como desarrollador en una empresa local de Buenos Aires. Después de graduarse de la universidad, Rocha aceptó un puesto en Oracle Consulting Argentina donde se especializó en Oracle BRM. En 2012, Rocha se trasladó a Costa Rica trabajando en proyectos de implementación de BRM en una consultora local. Entre sus clientes se encontraban las empresas de telecomunicaciones más importantes de Costa Rica.
Con su sólida formación, Rocha se unió al equipo de Congero en 2017 como Consultor Principal. Como alguien que podría «pasar horas escribiendo código», encuentra satisfacción en el puesto, ya que tiene la confianza y la libertad de utilizar su experiencia para ayudar a los empleados más jóvenes y sacar lo mejor de cada persona.
«Este empoderamiento de la gente está muy presente en la cultura de Congero», dijo Rocha.
Además de aprender nuevas tecnologías y adquirir certificaciones en la industria digital, pronto se dio cuenta de la importancia de otras habilidades a la hora de generar valor para las empresas y los clientes. Para desafiarse a sí mismo en un proceso de superación continua, Rocha obtuvo recientemente un Executive MBA con la Universidad de Barcelona.
Rocha no solo se esfuerza cada día por crecer personalmente en su función, sino que también cree firmemente en la importancia de ser un jugador de equipo y crecer mutuamente.
«Creo en las personas y que sobre todo que ellas crean en sí mismas», dijo. «Todos somos diferentes, pero es importante encontrar cómo sacar lo mejor de cada uno».Y con esa mentalidad, Rocha cree en el trabajo en equipo y esto lo traslapa, en casa y en el campo.
En su tiempo libre, cuando no está programando o ayudando a los clientes, Rocha se dedica a jugar o ver fútbol, como parte de su amor por este deporte que creció en Argentina. A diferencia del estereotipo popular de que las personas que trabajan en tecnología son consideradas introvertidas y están sentadas todo el día delante de un ordenador, Rocha demuestra que los estereotipos son solo… estereotipos. También practicó la escalada deportiva y el surf cuando era más joven.
«Me gustan mucho los deportes al aire libre en los que puedo estar en contacto con la naturaleza», dice. «Junto con mi esposa nos encanta viajar, conocer lugares y culturas».
Para Rocha, disfrutar de la vida y trabajar para una buena empresa parece ser lo más importante en este momento. Le gustaría vincularse con los valores que ayuden a las personas y al medio ambiente.
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