Alexander Salazar comenzó con una licenciatura en Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de Venezuela. Antes de graduarse, fue aceptado en una pasantía como Ingeniero de Automatización Junior y finalmente consiguió un trabajo a tiempo completo como Ingeniero de Automatización en la misma empresa.
Aunque parecía encaminado a una carrera de ingeniería electrónica, Salazar no olvidó su interés por la programación. Entonces empezó a trabajar como programador de controladores para una empresa siderúrgica.
«Programar controladores es como construir una integración de hardware y software», dice. «Era un trabajo interesante, ya que podía utilizar tanto mis conocimientos de ingeniería eléctrica como mis habilidades de programación».
Mientras trabajaba en ese puesto, Salazar empezó a programar en C/C++ puro. En 2008, la empresa le ofreció trasladarse a Argentina haciendo el mismo trabajo pero con algunas responsabilidades más.
«Él era el más joven del departamento en aquella siderurgia, donde todos tenían una media de 15 años más él. Fue una experiencia interesante tratar de encajar en una sociedad perteneciente a otra generación», dijo.
Después de mudarse a Argentina, pasar su tiempo libre viajando y conociendo «este increíble país», se dio cuenta de lo mucho que quería un trabajo que le permitiera viajar.
«El destino llamó a mi puerta y luego Oracle Corp me ofreció un trabajo como consultor de BRM», dijo Salazar.
«Me he dado cuenta de que mis objetivos de la vida cambian con el tiempo. Por lo tanto, disfruta mucho lo que hace, ama a su familia pues al final, por mucho que cambie el objetivo final, quiero ser feliz y disfrutar de la vida tal y como es.»
En los cuatro años siguientes, Salazar trabajó en diferentes proyectos por toda Latinoamérica, desde el norte de México hasta el sur de Argentina. Aprovechó sus oportunidades para mejorar su inglés, aprender portugués e incluso algo de alemán.
«Siempre traté de dar lo mejor de mí en tantos proyectos exitosos, a través de los cuales adquirí mucha experiencia», dijo.
En 2013, un año después de mudarse a México por un proyecto de trabajo, Salazar decidió volver a Costa Rica y trabajar allí, ya que se dio cuenta de lo mucho que amaba este país. Pudo mejorar las habilidades de BRM y liderar, tuvo la oportunidad de trabajar como Arquitecto de Soluciones para el primer proyecto de Oracle ECE en Latinoamérica combinando tecnología de prepago y postpago, lo cual fue todo un logro para todos los involucrados.
Después de un tiempo trabajando y obteniendo buenos logros y crecimiento personal, en enero de 2018, Salazar recibió una llamada del Sr. Thomas Cong, el CEO de Congero Technology Group, ofreciéndole el puesto de Arquitecto de Soluciones.
«Trabajar en Congero ha sido una experiencia increíble», dijo. «He tenido oportunidades que siempre he querido para desarrollar nuevas habilidades y aplicar los conocimientos adquiridos a lo largo de los años».
Luego pasó a ser nuestro Delivery Lead en 2019. No es casualidad que Salazar se encuentre llegando a lugares, literalmente, en el campo de la tecnología. Su interés por la carrera tecnológica se remonta a su infancia.
El interés por el campo de la tecnología sé remota desde su infancia, pues su padre es ingeniero mecánico siempre muy fascinado por la ingeniería electrónica, dice. «Empecé a leer muchos libros sobre este campo a una edad temprana y siempre me parecieron sumamente interesante. Desde ese mismo momento supe que ese sería mi camino».
Definitivamente, tenía razón sobre su trayectoria profesional en la tecnología. A medida que descubre este viaje, encuentra más inspiración en todas partes que le empujan a ser mejor , tanto en su carrera como en su crecimiento personal.
«Ahora, como persona adulta, encuentro inspiración por todas partes, empezando por mi familia, que me inspira a ser siempre mejor, mis compañeros de equipo, que son apasionados y están impulsados a mejorar siempre», dijo. «Incluso encuentro inspiración en los artículos que leo en los que descubro nuevas e interesantes tecnologías o descubrimientos».
A lo largo de los altibajos de su carrera, Salazar sigue valorando la importancia del crecimiento personal y la superación personal.
«Seguir mejorando, conocer más y aprender más», dijo. «No pasa nada si estás cansado, somos humanos, descansa y luego sigue mejorando».
Además de esforzarse por ser el mejor en su trabajo, Salazar es un gran lector para mejorar personalmente. También una de sus pasiones son las artes marciales posee un cinturón marrón de kárate y un cinturón azul de jujitsu que sigue practicando pues su objetivo es llegar hacer cinturón negro en esta disciplina.
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